¿Qué hacemos con lo que abrimos? : las significaciones del cuidado de los trabajadores de los dispositivos sustitutos al modelo asilar

Abstract

En Latinoamérica se transita un cambio de modelo en el campo de la Salud Mental (SM). El mismo busca pasar del modelo asilar y de exclusión a uno de integración con la sociedad. En Uruguay, parte de la transición a este modelo se visualiza en los denominados Dispositivos Sustitutos al Modelo Asilar (DSMA). En ellos, se contratan trabajadores que dedican tiempo a cuidar y acompañar en la cotidianeidad al residente. Las tareas de los cargos cambian según cada dispositivo, empleando a profesionales de diversas áreas, lo que implica variedad de experiencias y formación que influye en las significaciones que cada trabajador posee de las prácticas que guardan relación con el cuidar. Si bien existieron varios intentos de reforma en nuestro país, en este último período hubo un nuevo impulso que quedó plasmado en la aprobación de la Ley de Salud Mental N.° 19.529, en el 2017. El presente proyecto propone la indagación de las significaciones de las prácticas del cuidar que tienen los trabajadores de estos dispositivos en nuestro país. Para ello se plantea un diseño metodológico de corte cualitativo donde se realizarán entrevistas en profundidad a informantes calificados y a trabajadores de diversos DSMA (Vivienda Asistida (VA), Viviendas Supervisadas (VS), Casa de Medio Camino (CMC1)). Dentro de los resultados esperados se buscó aportar a la noción de cuidado en el marco de la Ley N.° 19.529 y de cara a la formación y capacitación de los recursos humanos para la implementación de la misma. A grandes rasgos, se visibilizó tres tipos de cuidados derivados de la postura tomada por el trabajador de los DSMA hacia los residentes: cuidado apoyado en el acompañamiento, cuidado autoritario-omnipotente y cuidado «Let it be». Además, se encontró la existencia de lo que se denominó como «circulación del cuidado», cristalizándose dos clases de cuidadores: el Formal y el Informal. También se constató que la práctica del cuidar es artesanal y, ante la carencia de políticas públicas que la profesionalice y problematice, seguirá siendo de esa forma. Esto sobrecargará al trabajador, que también enfrenta obstáculos institucionales además de su labor cotidiana.

In Latin America a change in Mental Health (MH) field model is taking place. This transition aims to change an asylum and exclusion model to one of integration with society. In Uruguay, part of this transition is reflected in the so-called Substitute Devices for the Asylum Model (SDAM). In these, workers are hired to dedicate time to care for and accompany residents in their daily lives. The tasks of these positions vary according to each device, employing professionals from various fields, which implies a variety of experiences and training that influence the meanings each worker has of the practices related to care. Although there have been several attempts at reform in the country, a new push was made in the recent period, culminating in the approval of the Mental Health Law No. 19.529 in 2017. This project proposes to investigate the meanings of care practices held by workers in these devices in our country. A qualitative methodological design is proposed, involving in-depth interviews with key informants and workers from various DSMA (Assisted Housing (AH), Supervised Housing (SH), Halfway House (HH)). Results aim to contribute to the concept of care within the framework of Law No. 19.529 and regarding the training and development of human resources for its implementation. Broadly speaking, three types of care were identified, derived from the stance taken by DSMA workers towards residents: care based on accompaniment, authoritarian-omnipotent care, and «Let it be» care. Additionally, the existence of what was called «care circulation» was found, crystallizing into two types of caregivers: the Formal and the Informal. It was also found that the practice of care is unprofesional, and in the absence of public policies to professionalize and question it, it will continue to be that way. This will overload the worker, who also faces institutional obstacles in addition to their everyday tasks.