¿Tienen lugar los coxib en pediatría?

Abstract

Introducción: El dolor en la edad pediátrica es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un problema de salud pública de gran importancia (1). Parte del problema radica en que frecuentemente el dolor en esta edad (incluyendo desde 0 a 18 años) no se reconozca, se ignore o se niegue. Además su abordaje presenta limitaciones, entre las que se destacan dos; por un lado la valoración de la intensidad y repercusión sobre la salud de la experiencia de dolor, sumado a las limitaciones que pueden presentarse para la indicación y administración de analgésicos. El dolor puede clasificarse en agudo y crónico, cuando es menor a 3 meses o persiste más allá de este plazo, respectivamente. Las patologías que se asocian a dolor crónico son de variada etiología, y se pueden diferenciar inicialmente como oncológico y no oncológico; a su vez distinguiendo entre: neuropático y nociceptivo, pudiendo ser por lesión y/o inflamación. En estos casos los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) ofrecen efecto analgésico y/o antiinflamatorio. Situaciones en que la noxa se prolongue en el tiempo, como ocurre en patologías autoinmunes, harán que la inflamación se perpetúe, generando alteraciones estructurales y funcionales. El adecuado tratamiento del proceso inflamatorio será dirigido a control de los síntomas como el dolor, y también a la patología de base.