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Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: https://hdl.handle.net/20.500.12008/40668 Cómo citar
Título: Diagnóstico de un caso clínico importado de Dirofilaria immitis en Uruguay
Autor: Abalo González, Florencia Stefani
Camacho Barcia, Juan Manuel
Título Obtenido: Doctor en Ciencias Veterinarias
Facultad o Servicio que otorga el Título: Universidad de la República (Uruguay). Facultad de Veterinaria
Tutor: Menoni, Ana
Armúa, Teresa
Tipo: Tesis de grado
Descriptores: DIROFILARIA IMMITIS, NEMATODOS, ENFERMEDADES PARASITARIAS, PERROS, PEQUEÑOS ANIMALES, DIROFILARIASIS
Cobertura geográfica: Uruguay
Fecha de publicación: 2023
Resumen: La Dirofilariosis en caninos, conocida vulgarmente como “nematode del corazón”, es producida por Dirofilaria immitis, un nematodo, filaroideo, delgado y alargado, de coloración blanquecina. Es un parásito de ciclo indirecto, por lo que su desarrollo involucra a mamíferos y a mosquitos, y su período prepatente es de 7 a 9 meses. Se ha confirmado su presencia en los perros domésticos, en los lobos, los zorros, los coyotes, los gatos domésticos, los hurones, las ratas almizcleras, los leones marinos, los felinos salvajes, los pizotes y en los humanos, sin embargo, el perro y sus congéneres cercanos son los hospederos naturales, y actúan como el principal reservorio. Es transmitida por mosquitos, por lo que está influida por factores climáticos como temperatura y humedad. Es una enfermedad cosmopolita, de distribución mundial, y las prevalencias más altas se encuentran en regiones donde se mantiene una temperatura y humedad adecuada por al menos una parte del año, permitiendo el desarrollo de los mosquitos y las larvas de D. immitis. En América del Norte es endémica en 49 estados de los Estados Unidos. En América central existen prevalencias altas en ciudades de la Costa del Golfo de México y en las del Caribe (Bahamas, Curaçao, Cuba, República Dominicana y Puerto Rico). En América del sur se encuentra distribuida ampliamente en Brasil, Argentina, Perú y Colombia. Algunos registros sugieren su presencia en Surinam, Guyana y Paraguay. Recientemente, fue confirmada en Venezuela, Bolivia y Ecuador, tanto en el archipiélago de Galápagos como en territorio continental. La Guayana Francesa, Uruguay y Chile siguen sin reportar su presencia. En Europa es endémica en los países mediterráneos, pero se diagnostica cada vez más en países del norte. Está presente en regiones de Australia, Asia y el Pacifico sur, y en varias regiones del continente africano. Los caninos se infectan al ser picados por un mosquito portador de microfilarias de D. immitis. Las larvas 3 infecciosas ingresan a la piel a través de la herida punzante realizada por el mosquito para luego localizarse en los tejidos conectivos del subcutáneo. A medida que crecen y aumentan de tamaño van migrando y localizándose en arterias más grandes, para finalmente los helmintos adultos maduros llegar a las venas y arterias pulmonares, mientras con cargas parasitarias grandes afectan las cámaras cardíacas derechas. Los adultos se alojan en su mayoría, en las ramas de la arteria pulmonar donde pueden vivir hasta siete años. Los parásitos sexualmente maduros aparecen 120 días luego de la infección y entre los 120 a 180 días el hospedero desarrolla infecciones evidentes apareciendo microfilarias en circulación periférica. Estas son capaces de vivir hasta 2 años y medio, y una vez que las hembras comienzan a producir microfilarias, pueden continuar haciéndolo durante más de 5 años. La dirofilariosis canina tiene una presentación usualmente crónica, con posibilidad de no manifestar signología clínica durante meses o años, dependiendo en gran medida de la carga parasitaria, la inmunidad individual y el ejercicio. Los casos leves, se presentan con pocos o ningún signo clínico asociado, y son diagnosticados por exámenes colaterales. Los primeros síntomas incluyen tos leve, renuencia al ejercicio y disminución del apetito. Los casos moderados, se presentan con pelo hirsuto, tos crónica, pérdida de peso y mala condición corporal, las mucosas pueden presentarse pálidas, la auscultación pulmonar es generalmente normal. Los casos severos se manifiestan usualmente con taquicardia, taquipnea, intolerancia al ejercicio, disnea, pueden padecer síncopes, mucosas frías y pálidas, alteraciones a la auscultación a nivel cardiaco y pulmonar. En casos graves de insuficiencia cardiaca derecha el animal puede presentar ascitis y edema de miembros, anorexia y deshidrataciones. La infección se puede diagnosticar mediante un examen de rutina antes de que se desarrollen los signos clínicos, examinando directamente la sangre en busca de microfilarias o analizando la presencia de antígenos circulantes en sangre, suero o plasma. Las pruebas de antígeno podrán ser positivas luego de 5 meses de la picadura del mosquito infectado, y las microfilarias aparecerán 6 meses y medio después de la picadura. Pruebas auxiliares como el examen físico, la radiografía de tórax, ecocardiograma, electrocardiograma, hemograma, perfil químico sérico y análisis de orina son necesarios para determinar el estado de la enfermedad y la aptitud del paciente para el tratamiento adulticida. Este se considera complejo en caninos, prolongado y frecuentemente arriesgado, debido a los efectos secundarios de la destrucción masiva de nematodes, por lo que se suelen utilizar en la mayoría de los casos tratamientos auxiliares. Los nematodes adultos y microfilarias se controlan por separado, siendo la melarsomina el adulticida utilizado y las lactonas macrocíclicas las drogas microfilaricidas. En caso de dirofilariosis grave a menudo deben extirparse los helmintos quirúrgicamente. El objetivo de esta tesis es describir un caso clínico de un paciente canino, macho, de 10 años, con decaimiento, disminución de apetito y tos esporádica. Al examen clínico se constata sensorio deprimido, facies de angustia, linfoadenomegalia submandibular, mucosas oral y oculares pálidas, tiempo de llenado capilar de 3 segundos y temperatura corporal de 39.2°C. Además, manifestación de dolor abdominal, dolor generalizado a la palpación osteoarticular, miembros sensiblemente calientes al tacto. Se realizan exámenes colaterales para la valoración de su estado general, dentro de ellos frotis sanguíneos que culminan con la sospecha de la parasitosis y realización de test específicos para la confirmación del diagnóstico de D. immitis. El paciente recibe tratamiento sintomático para su primera estabilización, pero dada la complejidad del tratamiento y la inexperiencia de la enfermedad en el país, se procede a la derivación del caso a un especialista en Buenos Aires, Argentina.
Editorial: Udelar. FV
Citación: Abalo González, F y Camacho Barcia, J. Diagnóstico de un caso clínico importado de Dirofilaria immitis en Uruguay [en línea] Tesis de grado. Montevideo : Udelar. FV, 2023
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Aparece en las colecciones: Tesis de grado - Facultad de Veterinaria

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