Proyecto Bioet

Abstract

El objetivo del presente trabajo es realizar el estudio de factibilidad de una planta de producción de Alcohol Etílico Anhidro carburante en el Uruguay, a partir de Boniato como materia prima con destino al mercado interno. Debido a la disminución de reservas de petróleo y el aumento de los precios del crudo, existe a nivel mundial una tendencia a sustituir parte de los combustibles derivados del petróleo por los hoy llamados biocombustibles, buscando la disminución de la dependencia hacia el mismo. A nivel nacional el 20 de octubre de 2002 se sanciona la ley nº 17.567 declarando de interés nacional la producción de combustibles alternativos a partir de materia prima vegetal o animal de origen nacional. El 14 de noviembre de 2007 se sanciona la ley nº 18.195 que regula el mercado de agrocombustibles, encomendando a la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP) incorporar un mínimo de 5% de Etanol carburante en las gasolinas que luego se comercializa en el marco de la Ley nº 8.764, generando una demanda de 20.000 m3 anuales de etanol carburante en el Uruguay. A su vez existe la posibilidad de que el porcentaje de mezcla aumente. Existe una fuerte política social dirigida al desarrollo del Uruguay rural. En ese marco es donde se sitúan estas leyes con fin en aumentar el valor de la cadena agroindustrial. Alcoholes del Uruguay S.A. (ALUR) es la única empresa productora de bioetanol en el país, siendo en la actualidad su oferta insuficiente para satisfacer la demanda; lo que se traduce en una demanda insatisfecha y una oportunidad de colocación de bioetanol a partir de gran variedad de materias primas de origen nacional. Para el escenario actual se determinó la producción de 10.000m3 anuales que se colocan en el mercado local. Dentro de las materias primas que se han considerado, se estudia el boniato (Ipomoea batatas L.), que es un cultivo amiláceo, cuya tecnología agronómica es ampliamente difundida en los productores rurales del Uruguay. La tecnología de obtención de etanol a partir de esta materia prima es aplicada en países como Brasil, Tailandia y China, entre otros. El Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas (INIA) desarrolla la especie de boniato K9807, destinada a la producción de etanol con la característica de brindar altos rendimientos de almidón por kilo de boniato. Siendo a su vez una variedad no atractiva para el consumo humano, quedando fuera del mercado de alimentos. La zona del emprendimiento comprende el suroeste del departamento de Canelones, lugar con una fuerte tradición hortícola diseminada en una gran cantidad de pequeños productores rurales, que hoy producen boniato para el consumo humano. Una demanda de materia prima que asegure su colocación, impacta de manera positiva en la región, obteniendo así beneficios sociales que se reflejan en un aumento de la mano de obra, de la inversión, como también en una disminución de la emigración rural, entre otros. La tecnología utilizada es ampliamente conocida en la producción de etanol a partir de amiláceos. Su fundamento consiste en un pretratamiento para facilitar la ruptura enzimática del almidón para producir azúcares fermentables que son convertidos en etanol por acción de la levadura Saccharomyces cerevisiae en un proceso fermentativo. Luego se destila a presión atmosférica y finalmente es deshidratado por tamices moleculares quedando pronto para su expedición como Alcohol Etílico Anhidro. La columna vertebral del diseño del emprendimiento busca una gestión eficiente de la materia prima y la incorporación de soluciones tecnológicas nacionales, un control y gestión de procesos que asegura eficiencia y monitoreo de las principales variables, como la respuesta eficaz frente a desvíos, todo orientado a la producción de un producto que cumple las normas de calidad que lo habilitan a comercializarse en el mercado objetivo. Para ello se requiere de una inversión de USD 16.018.189. La integridad del diseño del Proyecto contempla el cumplimiento de los estándares ambientales nacionales así como también valores recomendados internacionales. Además tiene en cuenta las medidas de mitigación que surgen del Estudio de Impacto Ambiental, acorde con la ubicación elegida. Del estudio económico global se desprende que el mayor costo que se debe afrontar es el de la materia prima, siendo aproximadamente el dobe del costo total de la industrialización. Es por eso que para que el proyecto alcance una TIR de 15% es necesario un subsidio anual de USD 6.458.995. Salvo en casos excepcionales como Brasil, la producción de biocombustibles hoy representa un costo. Dicho costo debe ser asumido por el Estado como forma de incentivar el desarrollo del agro, el mercado interno y la producción nacional.