Laboreo y fertilización nitrogenada para maíz de secano

Abstract

La reducción de laboreo puede causar superficies más rugosas y/o cubiertas por residuos que mejoren la disponibilidad de agua para cultivos de secano. Sin embargo, la producción con laboreo reducido es más dependiente del control químico de malezas y generalmente requiere más fertilizante N. Durante los 5 años entre 1983 y 1988 se condujeron ensayos estudiando el efecto de la intensidad del laboreo y la respuesta a la cantidad y forma de aplicación del fertilizante N sobre maíz en rotación con avena para corte, sobre un Brunosol éutrico típico (Argiudol típico) en el sur de Uruguay. En los 3 primeros años se usó un diseño de parcelas subdivididas en 4 bloques de azar. Los tratamientos mayores fueron laboreo primario con arado (A), con cincel (C) y no laboreo (N): los tratamientos intermedios fueron laboreo secundario con discos y dientes (dr) y no laboreo secundario (n); los tratamientos menores fueron 2 ó 3 niveles de fertilización N. Los 2 últimos años se reorientaron los experimentos usándose un diseño en parcelas divididas con 4 tratamientos de laboreo en las parcelas mayores: convencional (CONV), convencional en camellones (CAM), cincel y discos (C) y arado y siembra en la huella del tractor (A-S); en las parcelas menores los tratamientos fueron 10 kg de N/ha al voleo (NV) o en bandas dentro del suelo, 5 cm debajo y 5 cm al costado de las semillas (NB) y un testigo sin fertilizante N(NO). Los herbicidas usados en los ensayos fueron Paraquat y Atrazina. En los 3 primeros años se determinaron rendimiento en grano, población de plantas cosechada, índice de área foliar y contenido de agua en el suelo cada 20 cm hasta 120 cm semanalmente. En los 2 años restantes se agregaron algunas determinaciones de N-NO3 en el suelo, de N foliar en plantas, de enmalezamiento y de mazorcas con aborto de granos. En los 3 primeros años A y C superaron a N en rendimiento y no existieron diferencias importantes debidas al laboreo secundario. En general existió tendencia a mayor respuesta al fertilizante N en el orden NCA. La peor performance de N se asoció a menor disponibilidad de agua y N en el suelo, relacionados a mayor enmalezamiento y a que el manejo de la avena dejó al suelo poco cubierto por residuos; por lo tanto, la reducción del laboreo no estuvo acompañada por el control de malezas y cobertura apropiados. En el primero de los otros 2 años, con exceso de agua temprano (noviembre) y déficit durante diciembre, los rendimientos fueron CAMCONV y CA-S; A-S presentó mayor enmalezamiento y menor disponibilidad de agua en el suelo por ser el único tratamiento sin carpidas de entrefilas mientras CAM sufrió menos el exceso de agua en noviembre. Al año siguiente, con buen régimen hídrico, solo existieron pequeñas diferencias de baja significación (P0,1):CONV y CAMCA-S. En los 2 años la localización del fertilizante N(NB) superó en rendimiento a la aplicación al voleo (NV) al generar mayor y más rápido crecimiento vegetativo, exploración radicular más profunda y mayor extracción de agua y N. Las interacciones no fueron en general significativas en los 5 años.